
Noche cómplice, de sueños y emociones, en el concierto de Chico Pérez con la Filarmónica de España
Chico Pérez había prometido una noche llena de emociones, pero se quedó corto. Porque su concierto con la Orquesta Filarmónica de España, que inauguraba el 23 Festival de Otoño de Jaén, fue además delicado, intenso, cómplice, sensible, enérgico, locuaz… Pero sí, sobre todo emocionante.
No podía haber una ecuación más perfecta como la planteada anoche para inaugurar el 23 Festival de Otoño de Jaén, que organiza el Ayuntamiento de la capital jienense. La plaza de Santa María, con la Catedral de Jaén como telón de fondo, arropó una propuesta original y única con el pianista y compositor jienense Chico Pérez, la Orquesta Filarmónica de España y con un ramillete de soberbias colaboraciones como broche. El 23 Festival de Otoño de Jaén, que se desarrollará hasta el próximo 6 de diciembre, quería abrirse a la ciudad de una manera especial. Y lo consiguió con una espectacular puesta en escena en uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad. A los pies de la Catedral, el público –que agotó las entradas disponibles en solo unos días– vibró con la intensidad de un concierto memorable.
‘Continente 27’ es el segundo trabajo de Chico Pérez, que a pesar de su juventud se ha encumbrado como uno de los pianistas y compositores de flamenco jazz más relevantes del momento. Para este disco, el jienense, además de por sus músicos habituales, se acompañó de un cuarteto de cuerda, y es precisamente de ahí de donde nacía la propuesta que se pudo ver anoche en a la capital jienense, pero proyectada en dimensión por la formación completa de la Orquesta Filarmónica de España.
Cerca de cuarenta grandes músicos se dieron cita en el corazón de Jaén para esta velada sin igual. Así, el pianista estuvo acompañado por su banda, con Rafael Esteban, al bajo; Guillermo Cortés, a la batería; y Belén Vega y Aroa Fernández al cante. Junto a ellos, la gran Filarmónica de España, dirigida por Sergi Cuenca, y donde a su vez era protagonista el cuarteto de cuerda principal de la orquesta, formación tan vinculada al segundo disco del jienense, con Daniel Henao, Carlos Corales, Manuel Moro y Oswaldo Martínez. El artista reconocía hace unos días que la participación de este amplio repertorio de músicos no hacía más que amplificar esos sonidos de cuerda ya presentes en este segundo trabajo, y que anoche se hicieron aún más grandes y sugerentes. Todo ello con un único objetivo, generar una gran emoción entre el público, algo que se cumplió con creces.
“El concierto inaugural que se merece el Festival de Otoño”
Chico Pérez, que no paró de interactuar con el público que llenó la plaza de Santa María, abrió ya su concierto con el listón muy alto. La conexión del músico, su banda y la Filarmónica se hizo evidente desde los primeros instantes. El pianista jienense reconoció que lo de anoche era un sueño para él, un sueño que quería compartir con todos los asistentes, a los que prometió dejarse la piel junto al resto de músicos, “para que este concierto inaugural sea el que se merece este Festival de Otoño de Jaén, el que se merece esta ciudad”, sentenció.
Con esta declaración de intenciones –que los que se subieron al escenario cumplieron con creces– el espectáculo se fue desarrollando creciendo en intensidad y en esas emociones prometidas por Chico. ‘Recuerdos de una noche de verano’ fue el primer tema después de la presentación del jienense, y a raíz de ahí el enamoramiento entre músicos y público no dejó de estar latente.
En el ecuador del concierto, Chico Pérez se quedó en el escenario con su banda. Era también el momento de las colaboraciones, que abrió un magistral Manuel Lombo con el que Pérez interpretó ‘Callejón del agua’. El ánimo del público seguía rugiendo, y llegó a lo más alto con uno de los temas del primer disco del jienense, ‘Gruserías’. La complicidad entre los músicos ganaba enteros, y el público, consciente de ello, ya no podía quedarse sentado. En ese instante en el que el flamenco se hizo blues fueron muchos los que se pusieron en pie para dedicar un hondo aplauso.
Todo lo que pasó anoche era mágico, y en esa atmósfera amable llegó el momento de que subieran al escenario amigas “de la música y del corazón”. Soberbias y rotundas sobre las tablas estuvieron Ángeles Toledano y Olaya Alcázar. Cada con su particular personalidad. Delicadeza absoluta se mirase por donde se mirase.
El espectáculo siguió subiendo la intensidad hasta llegar a un fin de fiesta rotundo. Regresó al escenario la Orquesta Filarmónica de España. Volvió a agradecer Chico Pérez tanto compromiso de los impulsores del concierto y del público allí asistente. Se cerró una noche mágica e inolvidable en Jaén. Y todo sobre las piedras que levantan la magnífica Catedral de Jaén. Ahí es ná.
Más de veinte espectáculos en algo más de dos meses
Ayer se abría por todo lo alto la programación del 23 Festival de Otoño de Jaén, que acogerá hasta el 6 de diciembre más de una veintena de propuestas artísticas de distinto género, como ‘El Cascanueces’, con el Ballet de Kiev; ‘El Salto’, de la Compañía de Jesús Carmona; Ainhoa Arteta, Ara Malikian o un concierto muy especial de Paco Ibáñez. Propuestas de teatro, espectáculos para público familiar e infantil, música, comedia, los estrenos de las Residencias Artísticas en el Teatro Infanta Leonor, etc., salpican este rico programa. Un festival que en los últimos años quiere proyectar también el talento jienense, como sucedió anoche, y por ello contará con otras propuestas con sello jienense a cargo de artistas y creadores que han traspasado con su maestría las fronteras provinciales.
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